13/5/14

Jugar, escalar, investigar... o mejor hacer un examen...

Hay un enorme movimiento y gran inquietud entre docentes en torno al Aprendizaje Basado en Proyectos, a enfocar el trabajo por competencias, a dinamizar métodos pedagógicos que a menudo se consideran insatisfactorios, a afianzar técnicas de éxito sobradamente contrastado, etc. Y a la vez sigue muy activa una corriente muy dada a examinar continuamente a un alumnado que suele mostrar su insatisfacción al respecto, entre otras cosas. Por otra parte, no parece que los datos estadísticos de esas pruebas internacionales que tanto preocupan aporten resultados francamente positivos. Menos mal que existe ese movimiento creciente y esos deseos de renovación, de mantener abierto un debate muy amplio sobre cómo aprendemos y cuáles son los mejores y más eficaces modos de hacerlo. Existe una numerosísima comunidad virtual de docentes que se comunican y comparten ideas, ilusiones, hallazgos, errores, intereses, críticas, etcétera. Es una de las bondades de las redes sociales; aunque también están las reales, las comunidades más cercanas y “presenciales”. Parece un buen momento para quien llegue a este trabajo, y por qué no para quien lleve muchos años en él, a no ser que… No, sí es un buen momento y cada vez lo será mejor: la educación será el factor de cambio social en el que siempre hemos creído. Pero merece la pena seguir hablando, reflexionando, discutiendo cosas con la esperanza de encontrar alternativas que sean mejores. Y no criticar o protestar sin más, sino con el fin de mantener abierto un debate que a todos ayude. Tal es el sentido de esta aportación que nos llega desde dentro del P.I.E. A ver si puede servir para debatir y seguir probando…

El texto para el debate es el siguiente:

Acabamos de suspender una actividad extraescolar organizada por el departamento de Tecnología y Educación Física. Consistía en:
• Visita a un conocido castro de la comarca.
• Juego de orientación, brújula, interpretación de mapas y  búsqueda de tesoros ambientado en la historia real que fue aconteciendo en el lugar.
• Visita a un molino eólico y subestación de energía.
• Visita a una antigua mina de hierro.
• Exposición in situ de flora y fauna del entorno...
• Escalada en roca
Todo ello ambientado en un concurso final de preguntas-respuestas y pruebas de habilidad.
Lo cierto es que no imagino actividad más completa y motivante; tenemos historia, naturaleza, geología, actividad física, tecnología...
Para nuestra sorpresa sólo  22 de 78 convocados han traído la autorización. Cuando a priori hubo un gran interés por la propuesta.
La razón: al día siguiente tienen 2 exámenes.

  • ¿Asumimos esto como lógico?
  • Llevo más de 20 años trabajando en actividades de Tiempo libre, y tengo la sensación de que antes los exámenes no impedían las actividades de tiempo libre. Mientras que en la actualidad un lunes de examen impide asistir a una actividad de tiempo libre el fin de semana.
  • ¿Los alumnos son menos organizados ahora?
  • ¿Ahora se exige más y hay que estudiar hasta el fin de semana? ¿O es que se exige menos y basta con el fin de semana?
  • ¿Nuestras pruebas de examen miden mejoras en un proceso? ¿O miden cuanto se saben de los últimos diez folios?
  • ¿Nuestros alumnos asumen que lo único importante es el examen? ¿O nosotros asumimos que sólo se esfuerzan para el examen?
Esto me hace volver a ponderar al alza la influencia y valor que tienen los exámenes sobre el alumnado.
¿Son los exámenes más interesantes, importantes, significativos para el aprendizaje que esta actividad?
(Reflexiones de un profe de Ed. Física)

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Lecturas para educar

Colaboración de Fernando F.